miércoles, 3 de marzo de 2010

LHC - La máquina del BIG BANG vuelve a ponerse en marcha


El acelerador de partículas del CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, ha arrancado tras la regular pausa invernal del centro iniciada el pasado 16 de diciembre de 2009.
Había sido puesto puesto en marcha el 20 de noviembre, después de estar 14 meses paralizado a causa de
una avería. Ésta se produjo nueve días después de que el primer haz de protones diera la vuelta entera al enorme acelerador de 27 kilómetros de largo, situado a 100 metros bajo tierra en el cantón de Ginebra, en la frontera franco-suiza.
Tras las reparaciones y mejoras llevadas a cabo en el acelerador, y tan sólo cuatro días después de la nueva puesta en marcha (el 20 de noviembre), se logró que haces de protones circularan con normalidad en direcciones opuestas y unas horas después que se produjeran los primeros choques.
Alcanzará una velocidad nunca vista
Desde ahora, dos haces de protones están circulando en direcciones opuestas e irán acelerándose progresivamente hasta alcanzar una potencia de 7 TeV (teraelectrovoltios) nunca conseguidas con anterioridad.
Antes de apagarse, el acelerador registró colisiones de protones a una velocidad de 2,36 TeV, lo que ya constituyó una primicia mundial.
Durante las semanas que duraron los choques, los cuatro detectores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) registraron más de un millón de colisiones de partículas, una información que captaron y posteriormente distribuyeron entre los distintos centros de investigación que forman la red de cálculo del acelerador.
Recrear los primeros instantes del universo
Una vez acelerados a 7 TeV, los científicos esperan que el LCH produzca cientos de millones de choques frontales de partículas a una velocidad próxima a la luz, y se recrearán los primeros instantes del universo, justo después del Big Bang, hace 13.700 millones de años.
Asimismo, otro de los retos es poder comprobar empíricamente la teoría estándar de la física, basada en el bosón de Higgs.
La existencia de esa partícula, que debe su nombre al científico que hace 30 años predijo su realidad, se considera indispensable para explicar por qué las partículas elementales tienen masa y por qué las masas son tan diferentes entre sí.
De todas maneras, los científicos deberán ser pacientes, dado que el análisis de los datos, y específicamente encontrar el bosón de Higgs, puede llevar varios años.
Los científicos mantendrán el acelerador a velocidades de 7 TeV, la mitad de su potencial, hasta el otoño del 2011. Después se le someterá a una pausa, se le reconfigurará y volverá a encenderse a una velocidad de 14 TeV.

Fuente: Agencia EFE-Ginebra-Suiza / El Mundo.es - Ciencia

CATÁSTROFE EN EL PARAISO - CONTINUACIÓN

El terremoto que afectó a Chile el pasado 27 febrero, registrado con una magnitud de 8.8 probablemente cambió el eje de la Tierra y acortó el día, es la información de Richard Gross geofísico del JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en Pasadena, California. "Los terremotos pueden implicar un desplazamiento de cientos de kilómetros de roca de varios metros, cambiando la distribución de la masa en el planeta, afectando la rotación de la Tierra", dice Gross que utiliza un modelo informático para calcular los efectos.
"La duración del sismo debió haberla acortado en 1,26 microsegundos (millonésimas de segundo)", informa Gross, el 01 de marzo en un e-mail donde dá respuestas a diversas preguntas. "El eje sobre el cual la masa de la Tierra es equilibrada debería haber impulsado un 2,7 milisegundos de arco (alrededor de 8 centímetros o 3 pulgadas)."
Los cambios pueden ser modelados, aunque son difíciles de detectar físicamente debido a su pequeño tamaño, dijo Gross.


El terremoto de Sumatra en el año 2004 con una magnitud de 9,1 que generó un tsunami en el Océano Índico, acortó el día en un 6,8 microsegundos y cambió el eje de alrededor de 2,3 milisegundos de arco, dijo Gross.

Los cambios que ocurren en el día y luego quedan "para siempre", dice Benjamin Fong Chao, decano de Ciencias de la Tierra de la Universidad Central Nacional de Taiwán, en un e-mail.
"Esta pequeña contribución es enterrado en los cambios más grandes debido a otras causas, como la masa atmosférica moviéndose alrededor de la Tierra", dijo Chao.

Para Andreas Rietbrock, profesor de Ciencias de la Tierra en la Liverpool University del Reino Unido y que ha estudiado el área afectada, también las islas aledañas pudieron haber sufrido cambios.

La Revista Privilege comenta el 28 de febrero de 2010, que un video del National Geographic, elaborado en el 2006, auguró un próximo desastre en Chile. La polémica se abrió en torno a que la difusión de este material de la National Geographic fue prohibido por el gobierno chileno debido al terror que causó en los pobladores de dicho país.
Hoy ha retomado su vigencia tras el brutal terremoto ocurrido el 27 de febrero.
En el documental, que sigue circulando por Internet, se presume que en los años siguientes a 2006 un desastre podría azotarlo dada a la complicada situación geográfica del país.
Desastre En Chile ¿Se Veía Venir?“Un sismo destructivo puede estar esperando en el horizonte chileno” señaló la cinta con imágenes de ciencia ficción.
Respecto a la fecha, no se especificó cuándo podría ocurrir, pero sí se arriesgaron al decir que el desastre tendría “subsidencia, licuefacción, Tsunami” y el lugar sería Valparaíso, Chile.
“Chile se encuentra sobre una zona de colisión entre la Placa de Nazca y la Sudamericana., ubicadas 27 km. bajo tierra Un punto de tensión se quiebra y desencadena una reacción en serie” mencionó el filme.
Y la locución en off explica de manera futurista “Más de 1.400 kilómetros de la zona de subducción se separan como si fuera una cremallera que se abre. Intensas ondas expansivas sísmicas se deslizan desde la roca abierta, las ondas primarias se desplazan a una velocidad de 29.000 km. por hora”.
“Tomar el terremoto de 1960 de 9,5 en la escala de Ritcher, es algo posible que ocurra en un futuro cercano, pero al mismo tiempo dado lo que sabemos sobre la placas tectóicas, sería muy difícil decir que no vaya a ocurrir cerca de Valparaíso y Santiago”, explicó Paul Bodin, geólogo americano.

Pensando en las noticias de terremotos que han afectado zonas del planeta, recordemos primero Haití, con cientos de miles de muertos. Después Chile, con más de 800, y Japón, donde, por fortuna, no se registraron víctimas. En tan sólo dos meses, la Tierra ha temblado con muchísima fuerza como si se levantara en armas. La potencia de estos terremotos -el chileno del pasado sábado ha alcanzado los 8,8 grados en la escala de Richter (uno de los mayores en los últimos cien años en todo el mundo) , 7,2 el nipón y 7 el de Haití- nos ha sorprendido y conmocionado, como si esto no pudiera repetirse en un plazo de tiempo tan corto y algo anormal estuviera sucediendo. Sin embargo, los científicos aseguran que las entrañas del planeta no están más activas ahora que en otros tiempos desde que se tiene memoria y registros sísmicos. Simplemente, obedecen a las órdenes de una naturaleza que, en este caso y al contrario de lo que ocurre con el clima, sólo responde a sus propias normas, las que marca la geología. Y al ser humano no le queda más remedio que prevenir y, en la medida de lo posible, protegerse.
«Un terremoto siempre es una sorpresa y más con estas dimensiones, pero en un lugar como Chile la actividad sísmica es alta y se sabe que estos terremotos pueden ocurrir», señala Luis Cabañas, sismólogo de la Red Sísmica del
Instituto Geográfico Nacional. El seísmo de Chile ha sido especialmente duro, el segundo más potente del país después del registrado en 1960, con magnitud 9.5 y el mayor ocurrido en el mundo. El motivo de este castigo para los chilenos es que su país está situado en el llamado «círculo de fuego» que bordea los países del Pacífico, una de las zonas más sísmicas del planeta, donde se producen el 80% de los terremotos. «Estos terremotos ocurren como consecuencia de la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y de Suramérica, lo que produce rupturas bastante intensas y violentas. La placa de Nazca de naturaleza oceánica se curva e introduce bajo la placa de Suramérica de carácter continental, formando lo que se denomina un margen de subducción», explica Cabañas.
Un seísmo gigante al año, pero, ¿por qué un terremoto tras otro en distintas partes del mundo? ¿Le sucede algo a la Tierra? «En principio, creemos que no, que es un comportamiento normal producido por el movimiento de placas», explica el experto. Las estadísticas indican que aproximadamente «hay un terremoto de magnitud superior a ocho al año -puede ocurrir uno o ninguno-, mientras que pueden registrarse entre 15 ó 18 seísmos de magnitud entre siete y ocho». Lo que ocurre es que no siempre se producen en zonas pobladas ni causan catástrofes tan graves, por lo que muchos se quedan en noticias poco destacadas que olvidamos con facilidad, hasta que uno golpea en una zona densamente habitada y provoca una catástrofe humana que se queda grabada en nuestra retina.
La época que nos ha tocado vivir no ha sufrido más o menos terremotos que otras. Según Cabañas, lo que conocemos del registro sísmico «viene a ser estadísticamente constante». Tampoco influye la mano del hombre . «Es un proceso completamente natural. La intervencion humana no tiene porque afectar, no tiene nada que ver con lo que sucede, por ejemplo, con el clima».
Después del terremoto de Haití, algunos científicos advirtieron de que
catástrofes similares pueden repetirse en Turquía y en Sumatra en los próximos años, y pedían a los gobiernos de estos países que tomasen medidas urgentes de protección antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, Luis Cabañas indica que es «imposible predecir el lugar y el momento. Al final, los terremotos vuelven a ocurrir donde siempre han ocurrido, son los límites de las placas tectónicas sometidas a esfuerzos y deformaciones que cuando se acumulan y no resisten más liberan energía bruscamente. Hay una posibilidad de conocer cómo estan cargándose esas fallas, pero es imposible predecir a ciencia cierta cuándo va a ocurrir. Es probable que en Turquía tengamos un nuevo terremoto, pero igual pasan veinte años y no se ha producido». Eso sí, en Chile se producirán nuevas réplicas.
Ante los terremotos, lo único que le queda al ser humano es protegerse lo mejor posible. «Los países deben tener una normativa sismoresistente para que se construya con más seguridad, una normativa que debe estar basada en estudios sismológicos».



/Parte del documental de la National Geographic en: http://elcomercio.pe/player/420616
Fuentes: El Espectador / RIA Novosti 02 de marzo 2010 / Judith de Jorge - Madrid / Alex Morales amorales2@bloomberg.net.
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