miércoles, 5 de mayo de 2010

LA FORMULA DRAKE -

Imagen: Proyecto SETI Vextor 1 - SETI-HOME
En abril recién pasado, se cumplieron 50 años del proyecto OZMA creado por el astrónomo Frank Drake de la Universidad de Cornell, direccionado a tratar de captar señales de radio procedentesde dos estrellas cercanas semejantes al sol - Tau Ceti y Épsilon Eridani - que pudieran indicar la existencia de alguna civilización tecnologicamente avanzada.
En 1961 preparó una ecuación que estimaba el número potencial de civilizaciones extraterrestres en nuestra galaxia, con las cuales podríamos tener un eventual futuro contacto; esta ecuación es la siguiente:

Ne x fp x ne x fl x fi x fc x fL = N

Ne es el número de estrellas en la galaxia La Vía Láctea.
fp es fracción de estrellas que tienen sistemas planetarios.
ne números de planetas en un sistema dado que son ecologicamente adecuados para la vida.
fl fracción de planetas adecuados de por sí en los que la vida realmente nace.
fi fracción de planetas habitados en que una forma inteligente de vida evoluciona.
fc fracción de planetas habitados por seres inteligentes desarrollados como una civilización técnica comunicativa, y
fL fracción de una vida planetaria agraciada con una civilización técnica.
= N número de civilizaciones en la galaxia La Vía Láctea con las podríamos comunicarnos.

La tasa media de formación estelar en cada año y la fracción de estrellas que posean planetas son determinados como suposiciones , cada uno puede proponer cifras y ver como afectan al número de civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia. La gran virtud de la ecuación de Drake es que incluye temas que van desde astronomía estelar y planetaria hasta química orgánica, biología evolutiva, historia, política y psicología anormal.
La cantidad de estrellas en la Vía Láctea la conocemos bastante bien, por los recuentos que se han efectuado hasta la fecha (unos 4 x 1011 ) pocas son de gran masa y corta vida, la gran mayoría tienen vidas de miles de millones de años que brillan de modo estable así proporcionan una fuente de energía adecuada para el origen y evolución de la vida en planetas relativamente cercanos.
Las dos naves espaciales Voyager, después de explorar los planetas gigantes, abandoraon el sistema solar y llevan mensajes dirigidos a cualquier civilización interestelar; están calculados para durar mil millones de años. También se han lanzado trasmisiones de radio, ¿que pasará si una civilización más avanzada que la nuestra las recibe y decide investigar su procedencia?.
Si los limita al igual que nosotros, por no poder superar la velocidad de la luz (300.000 km/seg. en el vacío) se hace difícil intercambiar algún tipo de relación en el lapso de tiempo de una vida humana, tendrán que considerarse generaciones entre el envío y una eventual respuesta.
¿Y será conveniente? En la eventualidad que hicieran contacto, recordemos lo que sucedió a las civilizaciones americanas cuando llegaron al continente sus descubridores. La civilización más avanzada termina con las civilizaciones autóctonas.
Hoy día el proyecto es conocido como SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence, o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre - BIE), han pasado 50 años y aún no se logra una respuesta; medio siglo es un largo lapso de tiempo para la especie humana, demasiado pequeño para los tiempos del universo.
Bibliografía: Cosmos -http://www.europapr ess.es/ciencia - Revista Astronomía