sábado, 22 de septiembre de 2012

NEBULOSA DEL LÁPIZ (La escoba de la Bruja)



Imagen de NGC 2736 - Nebulosa del Lápiz, obtenida desde el Observatorio La Silla, en Chile. Este anillo de escombros es el resultado de una explosión de supernova que tuvo lugar hace unos 11.000 años. La detallada imagen ha sido captada por la cámara Wide Field Imager, instalada en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros. Crédito ESO
Pese a la aparente calma y la belleza estática de una noche estrellada, el Universo está lejos de ser un lugar tranquilo. Las estrellas nacen y mueren en un ciclo sin fin, y algunas veces la muerte de una estrella puede dar lugar a imágenes de belleza sin igual en las que el material es expulsado al espacio formando extrañas estructuras en el cielo.
Esta nueva imagen del instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio de ESO MPG/ESO de 2,2 metros, ubicado en el Observatorio La Silla, en Chile, muestra la Nebulosa del Lápiz  que destaca sobre un rico fondo estrellado. Esta nube de extraña forma, también conocida como NGC 2736, es una pequeña parte de un remanente de  supernova  situada en la constelación austral de La Vela. Estos brillantes filamentos fueron generados por la violenta muerte de una estrella que tuvo lugar hace unos 11.000 años. Las partes más brillantes tienen forma de lápiz, de ahí el nombre, pero la estructura completa se asemeja más a una típica escoba de bruja.
El remanente de la supernova de la Constelación de La Vela es una masa de gas en expansión originada por la explosión de la supernova. Inicialmente, la onda de choque se movía a millones de kilómetros por hora, pero a medida que se expandía a través del espacio fue horadando el gas entre las estrellas, frenándola considerablemente y generando extrañas nebulosidades de retorcidas formas. La Nebulosa de Lápiz es la parte más brillante de esta enorme estructura.
Esta nueva imagen muestra inmensas y tenues estructuras filamentosas, nudos de gas más pequeños y grupos de gas difuso. La apariencia luminosa de la nebulosa proviene de las densas regiones de gas que han sido impulsadas por la onda de choque de la supernova. Dado que la onda de choque viaja a través del espacio, atraviesa la materia interestelar. Al principio, el gas se calentó millones de grados, pero posteriormente se enfrió y aún emite un débil brillo, captado en la nueva imagen.
Estudiando los diferentes colores de la nebulosa, los astrónomos han podido conocer la temperatura del gas. Algunas regiones aún están tan calientes que la emisión está dominada por átomos de oxígeno ionizado, que en esta imagen podemos ver brillando en tonos azules. Otras regiones más frías pueden verse en tonos rojizos, debido a la emisión del hidrógeno.
La Nebulosa del Lápiz mide unos 0,75 años luz y se mueve a través del medio interestelar a unos 650.000 kilómetros por hora.
Sorprendentemente, pese a que se encuentra a una distancia de unos 800 años luz de la Tierra, esto significa que cambiará notablemente su posición relativa con respecto a las estrellas del fondo a lo largo del tiempo que dura una vida humana. Incluso después de 11.000 años la explosión de supernova sigue cambiando el aspecto del cielo nocturno.
Fuente: ESO/ 
Observatorio La Silla (Chile)  vista al atardecer con La Vía Láctea de fondo
En el presente año 2012 se cumplen 50 años de la creación del Observatorio Europeo Austral (European Southern Observatory, ESO).
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