viernes, 17 de abril de 2015

LA TIERRA VISTA DESDE LA ÓRBITA EL AÑO 2014



Todos los días de cada año, los satélites de la NASA proporcionan datos útiles     sobre nuestro planeta Tierra; y en el camino, entregan también  hermosas imágenes.

Este vídeo muestra imágenes satelitales obtenidas durante el  año 2014 por la NASA y también de sus socios  y un vídeo de lapso de tiempo desde la Estación Espacial Internacional (ISS sus siglas en inglés). También se incluyen una serie de visualizaciones de datos, la aplicación de modelos y una animación conceptual que fue producida en el año 2014 (en algunos casos podría haber sido la utilización de datos obtenidos en años anteriores).

A continuación se muestra una lista completa de las imágenes incluidas. Para descargar la versión HD de este vídeo:
? http://svs.gsfc.nasa.gov/goto 11858 Glaciar San Quintín, Chile.ISERV Pathfinder instrumento en la ISS.
Volcán Kuh-i-Bazmán, Irán.Astronauta fotografía ISS038-E-25895
Kavir Desierto, Irán. Fotografía del astronauta ISS038-E-47388.
Fuente: NASA Goddard




LETARGO SOLAR

Imagen detallada de un conjunto de manchas solares observadas en el rango de luz visible. La umbra y la penumbra son claramente discernibles así como la granulación solar. Crédito Kelvinsong

Ha estado circulando desde alrededor del año 2010 la noticia de que nuestra estrella – el Sol – se estaría apagando, insinuando eventuales catástrofes que afectaría a la humanidad.
La preocupación  se está generalizando  debido a interpretaciones alarmistas, el comportamiento de nuestra estrella está de acuerdo a ciclos que siempre ha tenido pero que la humanidad solo los ha conocido desde el momento en que ha logrado registrarlos.
Consideremos que son interpretaciones equivocadas, pensar lo contrario es fomentar una inexistente inquietud de eventos normales en la vida de una estrella, que según nuestro concepto del tiempo, a veces no alcanzamos a ver en una generación humana.

Del Sol mucho se conoce, pero aún falta lograr un conocimiento mejor, el cual se está logrando  mediante los avances de la tecnología.
El Sol se formó hace unos 4.600 millones de años, a partir de nubes de gas y polvo que contenían residuos de generaciones anteriores de estrellas. El Sol no se encendió ni se apagará cual hoguera; se activó cuando en su interior se inició la reacción nuclear de fusión en la cual cuatro átomos de hidrógeno se fusionan transformándose en un átomo de helio; aún le queda combustible para un período de 4.700 millones de años más, o sea, se encuentra en la secuencia principal. Cada segundo se transforman 700 millones de toneladas de hidrógeno en cenizas de helio, proceso que transforma 5 millones de toneladas de materia en energía, como resultado el Sol se vuelve más liviano.

Como toda estrella, el Sol pasa por ciclos que vienen acompañados de cambios, desde que se tienen registro de ellos, los científicos han contabilizado 23 ciclos, y en la actualidad, estamos en el ciclo 24.
Las observaciones del Sol realizadas a lo largo de  los últimos siglos, indican que la actividad solar está caracterizada por el número de manchas solares, las cuales alcanzan sus máximos y mínimos en períodos de 11 años. Basándose en los modelos existentes, los científicos que estudian el Sol, pueden  efectuar pronósticos que les permiten conocer el comportamiento del siguiente ciclo de actividad solar.
De acuerdo a las variaciones encontradas, el próximo ciclo solar se caracterizará por la baja intensidad del Sol, que a nuestro planeta Tierra le significará tener inviernos un poco más crudos, que en algunos lugares podrán llegar a tener temperaturas más bajas que las habituales.
Por lo tanto, decir que el actual ciclo solar, el ciclo Nº 24, será distinto a los demás, no es nuevo ni extraño, solo que está siendo de una intensidad bastante inferior, aproximadamente en -46% menor que las anteriores.

¿Si este ciclo solar tendrá una intensidad menor, como será el próximo?
Una vez que se obtengan mayores datos, se tendrá una mejor respuesta, para lo cual, se tiene que fijar cómo será el movimiento de oscilación torsional solar. El Sol genera un nuevo flujo magnético cerca de los polos cada 11 años el cual migra lentamente a lo largo de un periodo de 17 años hacia el ecuador y se asocia con la producción de manchas solares una vez que alcanza la latitud crítica de 22 grados, este flujo magnético se encuentra a una profundidad aproximada de entre 2.000 a 7.000 kilómetros de la superficie solar.

Estudios independientes sobre la superficie, el interior y la atmósfera superior del Sol coinciden en que el siguiente ciclo solar tendrá bastante retraso si es que llega a tener lugar, por cuanto el siguiente siclo debería comenzar aproximadamente  en el año 2020. En la actualidad, los datos indican que pronto tendrá lugar lo que se conoce como mínimo solar, el que es un período de baja actividad del Sol.

Este “letargo solar” ha sido comparado con los mínimos solares más profundos registrados entre los años 1645 y 1715, conocido como el Mínimo de Maunder. Los científicos han anunciado que cuando finalice el último ciclo de Manchas Solares, es factible que el Sol entre en un período de hibernación. Este periodo de aproximadamente 70 años, coincidió anteriormente con la etapa más fría de la “Pequeña Edad del Hielo”, cuando se congelaban los canales de Europa y los glaciares eran comunes en los pueblos montañeses.

“Tenemos algunos datos interesantes que indican que la actividad solar está relacionada con el clima, pero no comprendemos esa relación” comenta Dean Pesnell, científico del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA; él no cree que otro mínimo solar produzca un letargo frío y agrega: “Hemos añadido cantidades considerables de dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera; no creo que viéramos hoy los mismos efectos si el Sol viviera otro período como el Mínimo de Maunder”.
Las manchas solares son esas marcas oscuras y frías con una intensa actividad magnética que aparecen en la superficie solar; algunas de ellas, pueden tener un tamaño superior a la Tierra. Durante siglos, los científicos han utilizado las manchas solares para detectar los niveles máximos y mínimos del magnetismo del Sol. Los astrónomos del siglo XVII – Galileo Galilei y Giovanni Cassini – detectaron por separado manchas solares y descubrieron la falta de actividad durante el Mínimo de Maunder.
En el siglo XIX los científicos descubrieron que las manchas solares van y vienen en forma regular en ciclos que duran unos 11 años y se esperaba que en el año 2013 habría un máximo de actividad solar.

La investigación ha detectado que las manchas solares  han perdido fuerza. Matt Penn del Observatorio Solar Nacional y sus colegas, analizaron 13 años de datos de manchas solares tomados por el Telescopio Solar McMath-Pierce de Kitt Peak – Arizona y descubrieron una tendencia en el largo plazo del debilitamiento de las manchas solares, que de continuar, podría provocar que el campo magnético del Sol no serían lo suficientemente fuerte para producir manchas solares durante el próximo Ciclo Solar 25. Durante una reunión con la prensa, Penn afirmó que “Las manchas oscuras se están volviendo más brillantes”. Basándose en sus datos, el equipo afirmó que el ciclo solar actual, cuando finalice, habrá sido “La mitad de intenso que el Ciclo 23, y el próximo podría no tener manchas solares”.

Frank Hill del Observatorio Solar Nacional y sus colegas, llevaron a cabo un estudio independiente de los ciclos solares a través de una técnica llamada heliosismología que les permitió comentar a la prensa que “La oscilación de torsión para el Ciclo Solar 24 apareció por primera vez en 1997, lo que significa que el flujo del Ciclo 25 debería haber aparecido en los años 2008 o 2009, pero no ha sido así”.
Según Hill, sus datos parecen indicarle que el inicio del Ciclo Solar 25 podría retrasarse hasta el año 2022 (unos 2 años más tarde) o “incluso, podría no llegar a tener lugar”.

El Director del Programa de Investigación de la Corona del Sol para el Observatorio Solar Nacional (NSO) de la Fuerza Aérea Norteamericana  Richard Altrock, ha observado reveladores cambios en el fenómeno magnético en la corona solar, la capa más tenue de su atmósfera superior.
Este rápido movimiento hacia los polos de los elementos magnéticos en la corona, está relacionado con el aumento de la actividad solar: Un ciclo alcanza su máximo cuando la actividad magnética alcanza unos 76 grados de altitud norte y sur del ecuador del Sol. El movimiento hacia los polos también está relacionado con el hecho de que el Sol barra el campo magnético vinculado al ciclo solar anterior, dando paso a un nuevo campo magnético y a un nuevo ciclo de manchas solares.
Sin embargo, el  movimiento hacia los polos fue lento, lo que significó un máximo solar muy débil  en el año 2013  pudiendo retrasar o incluso evitar el inicio del próximo ciclo solar.

Durante una reunión de la Sociedad Astronómica Americana  celebrada en Las Cruces (Nuevo México) según comentaron los científicos, estos estudios dan a entender que el Ciclo Solar 25 podría no tener lugar. Sin embargo, el posible letargo del Sol no es motivo de alarma según Hill, que agrega: “Ha ocurrido anteriormente y la vida sigue su curso; no estoy preocupado, al revés, es emocionante”.

Enlace al vídeo “Eyección de Masa Coronal Tormenta de Radiación” del 08 de enero de 2014-Crédito del vídeo LASCO C2

Por otra parte, la disminución de las manchas solares no significa necesariamente que disminuyan otras características solares, como las prominencias, que pueden producir Eyecciones de Masa Coronal (CME), las cuales puedan dar hermosas auroras boreales; “De hecho se registraron auroras en forma regular durante el Mínimo de Maunder”, confirma Pesnell, quién además, cree que estos inusuales cambios de los ciclos de actividad solar ofrecen una inusual y sin precedente oportunidad  para que los científicos evalúen las teorías de como el Sol crea y destruye campos magnéticos. La falta de actividad magnética, puede ser de mucha ayuda para la ciencia; las fuertes  tormentas solares pueden emitir partículas que interfieren en la comunicación por radio, afectan las redes eléctricas e incluso pueden producir un excesivo arrastre en los satélites.

Finalmente, se puede decir que el próximo ciclo solar, vendrá acompañado de grandes cambios, pero será más tardío y bastante más débil que los ciclos anteriores, hay que añadir el riesgo de que inclusive estando en el mínimo solar, los riesgos derivados del Sol también están presentes y por lo tanto deben preocupar, ya que el campo magnético del Sol es más débil y por ello no puede bloquear la entrada de los rayos cósmicos.
El letargo del solar  puede suponer, a lo mucho, una bajada de un par de grados en la temperatura media global. Durante las Edades de Hielo, la temperatura media dela Tierra baja unos 5ºC, aun así, hay zonas que se enfría más allá de esa temperatura como al mismo tiempo, otras zonas se vuelven más calurosas. La situación actual por la cual atraviesa el Sol, y con la tecnología que el planeta cuenta, un bajada de 2ºC está muy lejos de que un letargo suponga una amenaza.
Fuente: SDO / Wikipedia / Yamelose / National Geographic / Grupo Amateur de Meteorología Espacial (José María Lleras García) / Antena 3 / Estrellas y Borrascas /Ciencia de Sofá / et al.






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